*Por Eduardo Reyes F.

Los terremotos y las erupciones volcánicas acumularon innumerables episodios en la evolución milenaria del territorio que hoy ocupa Chile. Aparte de la geología, en el último período de 400 años,  los volcanes han causado sus mayores impactos  en la zona sur, lo cual no descarta la vigilancia en las regiones más pobladas del centro del país.

Ladera occidental del Tupungatito. Foto de Carolina Silva, 2010.

En esa onda, el 7 de septiembre se detectó una columna de gases y cenizas que emitía el complejo Planchón-Peteroa en la región del Maule, a 65 km de Curicó, ciudad cercana. Al día siguiente, los expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) instalaron instrumentos medidores de la actividad telúrica y efectuaron una  inspección aérea de los cráteres que exhibían baja eruptividad.

“No hay peligro inminente para la población en el entorno del volcán en las condiciones actuales”, señaló el informe que estableció una “alerta temprana preventiva” en cuatro comunas del Maule. La vigilancia abarca la caída de cenizas en los ríos que provienen de los deshielos cordilleranos.

En terreno, la circulación atmosférica desplaza la dispersión de este material volcánico ceniciento al oriente, hacia la provincia de Mendoza. Varios países registran situaciones similares en América. Los fenómenos geológicos carecen de fronteras políticas, pero requieren cooperación internacional. Un avance es el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur, inaugurado en l996 en Temuco. .

El Tupungato no es un felino

Tupungato (6.570 metros s.n.m) y Tupungatito (5.603 m) se ubican 75 km al oriente de Santiago, compartiendo su ubicación  y actividades eruptivas con Argentina. Según los antropólogos, en la antigua etnia huarpe, peincásica, tupun-catu significaba “mirador de estrellas”, nombre que conserva un departamento de Mendoza (Wikipedia).

En la visión científica, Carolina Silva, investigadora del Sernageomin, presentó una reseña sobre el Tupungatito en el simposio histórico de la Sociedad Geológica de Chile, en agosto último, donde hubo 18 aportes de la especialidad relacionada con sismología, volcanismo y minería. La documentación analizada incluyó 28 referencias, desde 1646, como testimonios del interés de autores nacionales y extranjeros por este volcán fronterizo que mantiene un comportamiento moderado.

Paisaje cordillerano de Atacama, acuarela de Sofía Sanfuentes.

El estudio indica que “el Tupungatito, localizado en las nacientes del río Colorado, afluente del río Maipo, es visible desde su base de acceso occidental (foto de la investigadora). Tiene un grupo de cráteres bien preservados y fumarolas permanentes. La cantidad histórica de erupciones registradas ha sido variable, siendo posible que parte de ellas sean reactivaciones menores o incrementos de las fumarolas.”

Otras fuentes informativas destacan el estímulo al montañismo que ofrece el Tupungatito como atractivo escenario volcánico de leve intensidad.

En todo caso, vale la advertencia del geólogo José Antonio Naranjo a propósito de la erupción moderada del Planchón en febrero de 1991. “Un cambio de las fumarolas a color gris oscuro y columna de dispersión con mayor longitud de 10 a 15 km debe ser alertada de inmediato (1999).”

Nota: Ver situación actual del sistema de vigilancia en www.sernageomin.cl.

*Periodista Científico y Presidente Achipec.

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