«Hemos visto con preocupación la creciente publicidad de nuevos procedimientos láser para la vista como el intracor y el presbiláser, que pretenden ser «la curación láser» para la presbicia, cuya realidad es bastante ajena a las expectativas que prometen», afirman los doctores Alejandro Siebert y Cristián Carpentier, de la Sociedad Chilena de Oftalmología.

 

La pérdida de la capacidad de enfocar nítidamente los objetos cercanos como la lectura la experimentamos, tarde o temprano, todos los seres humanos.

Tiene connotaciones prácticas, como la dificultad para trabajar cómodamente en las décadas más productivas de la vida, y sicológicas, siendo la primera señal de una pérdida de nuestras capacidades asociada al envejecimiento.

Por ello, hay grandes incentivos para la ciencia, que se ha afanado por décadas en encontrar soluciones quirúrgicas definitivas a este problema.

Hemos visto desfilar en el tiempo múltiples técnicas (queratotomía radial, termoterapia queratoconductiva, lasik con programas especiales para bifocalidad o «Presbilaser», los implantes intracorneales o «inlays», etcétera) que han pretendido ser la ansiada solución.

Hace décadas, y basadas en amargas experiencias como las de la talidomida, se crearon instituciones como la Food and Drug Administration (FDA) en EE.UU. y su par europea, la EMA, cuya misión es probar los nuevos medicamentos y procedimientos quirúrgicos y determinar si son o no aceptables para ser recomendados a sus poblaciones. Es decir, si los resultados de estos nuevos procedimientos logran ciertos estándares de calidad, considerando factores como la precisión, si tienen efectos dañinos, si los riesgos asociados son de magnitud mínima y si sus resultados constituyen una solución que se mantenga en el tiempo.

Hemos visto con preocupación la creciente publicidad de nuevos procedimientos láser para la vista como el intracor y el presbiláser, que pretenden ser «la curación láser» para la presbicia, cuya realidad es bastante ajena a las expectativas que prometen.

Es nuestra obligación informar a nuestra población que ninguno de los métodos aquí mencionados han sido aprobados por las agencias FDA y EMA para ser utilizados en sus poblaciones de présbitas en EE.UU. y Europa, respectivamente.

Es más, están apareciendo estudios cuestionando la eficacia y seguridad de estas tecnologías láser para solucionar la presbicia.

Dr Alejandro Siebert y Dr. Cristián Carpentier

Sociedad Chilena de Oftalmología

 

Publicado originalmente aquí.

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