Chile es un país que suele olvidar la rica y variada herencia de sus ancestros. El mini documental “Voces del Pueblo Chango” nos relata la historia de quienes aún mantienen con vida las tradiciones de este grupo originario, el cual hace menos de un año fue reconocido legalmente como tal.

Este proyecto, uno de los ganadores de Concurso de Minidocumentales sobre Patrimonio Cultural Mi DOCU organizado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile en alianza con TVN, retrata en poco más de cinco minutos la realidad de los Changos de la actualidad, quienes viven sus costumbres en las costas nortinas del país.

La dirección de esta obra estuvo a cargo de Marianela Velasco, vicepresidenta de Achipec, quien contó con la solvencia estética y experiencia del realizador audiovisual Alejandro Carrasco y la investigación antropológica de Aranza Fuenzalida. 

“Este minidocumental es en esencia un trabajo en equipo. Colaboro con Alejandro en proyectos de divulgación científica y conocimos en los últimos años los estudios de Aranza, colaboradora del Consejo Nacional del Pueblo Chango, quien con sus saberes nos fue llevando a querer mostrar a este pueblo por demasiados años olvidado e invisibilizado”, comentó Marianela.

Con ese objetivo nace “Voces del Pueblo Chango”, buscando reconocer la historia de la comunidad changa, fortalecer su identidad y relevando la importancia de su patrimonio natural y cultural. El minidocumental fue construido con las voces de hombres y mujeres del pueblo chango. Ellos con sus vivencias, sentires y decires narran su camino al Reconocimiento.

A este grupo originario se le consideraba extinto hace un siglo, como lo estipulan textos de estudio, demostrando una severa marginación. “Valoro la posibilidad de transmitir lo que me están dando los changos hace varios años, sus emociones, sus historias, su confianza. Transformar ese conocimiento en audiovisual facilita que muchas personas sepan la discriminación que ellos han vivido y cómo están recuperando la dignidad de su identidad changa”, indicó Aranza sobre este fruto de su trabajo junto a los changos.

“Es un privilegio poner al servicio del pueblo chango las herramientas de la cinematografía para contribuir a sacarlos del olvido. Fue un tremendo aprendizaje asomarse a una forma diferente de vivir, de pensar, de hacer y ser testigo de su proceso”, señaló Alejandro sobre el rodaje.

“No existe diversidad de materiales audiovisuales ni escritos que rescaten memorias del pueblo chango, como tampoco estudios contemporáneos integrales que den cuenta acerca de las actuales condiciones de vida de su población, razones que hacen urgente y necesario contribuir a enriquecer el acervo que permita reconstruir su historia”, concluyó Velasco. 

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