Hoy por hoy, la Región de Los Ríos es la única del país sin un centro Regional de Ciencia y Tecnología. Éstos, son instancias pro descentralización, con apoyo de CONICYT y los Gobiernos Regionales (GORE), para desarrollar capacidades científicas e las regiones. En Valdivia, dicho centro había sido adjudicado al Centro de Estudios Científicos del Sur (CECS), el que propuso la creación del Centro de Ingeniería para la Innovación (CIN), que impactaría decisivamente en el desarrollo de esta, una de las regionas más nuevas de Chile.

Por Francisco Morey, periodista científico socio de ACHIPEC.

Sin embargo, tal como lo dio a conocer información de prensa de Radio Biobio, tras tres años de funcionamiento y sin haber logrado los objetivos planteados,  en marzo de 2011 el CIN fue cerrado por CONICYT.

Son muchas las preguntas que deben ser resueltas en torno a este hecho. Personalmente, me preocupa la fortaleza de nuestros mecanismos de revisión de cuentas y el futuro de la política científica en la Región de Los Ríos. Por lo anterior, decidí entregar mi visión a uno de los entes públicos directamente responsables de este proceso: el Consejo Regional. Así, les hice llegar una carta, que a continuación transcribo para ustedes, a la espera de iniciar un diálogo que ilumine una salida adecuada para este problema.

Este es un tema en desarrollo, del que estaré posteando impresiones regularmente.

MENSAJE ENVIADO EL 5 DE SEPTIEMBRE A TODOS LOS CONSEJEROS REGIONALES Y AL GABINETE DE LA INTENDENCIA REGIÓN DE LOS RÍOS

Estimadas y estimados consejeros:

Me permito escribirles como ciudadano de la Región de Los ríos, para compartir con ustedes algunas reflexiones en torno al cierre del Centro de Ingeniería de la Innovación (CIN), bajo el alero del Centro de Estudios Científicos (CECS) de nuestra ciudad.

Soy periodista de profesión, dedicado a la comunicación social de la ciencia desde el año 2002, con una especialización en la misma línea de trabajo obtenida en la Boston University, gracias una Beca Fulbright – HH Humphrey los años 2009 – 2010.

Durante toda mi vida profesional he trabajado, en distintos grados de vinculación, con fondos provenientes del sistema de Ciencia y Tecnología de Chile, por lo que el tema motivo de este mensaje es de gran interés para mí.

Ante todo, lamento mucho el desenlace conocido gracias a la cobertura periodística de Radio Bio Bio. Lamentable pues el cierre de este Centro significa, en la práctica, un retroceso de casi 5 años en el desarrollo de una ciencia con la huella digital de esta naciente Región. En este momento, la Región de Los Ríos es la única que no tiene este tipo de centros. Éstos han tenido distintos grados de éxito a la largo del país, pero que resulta inexplicable constatar que en una Región donde sus capacidades científicas son evidentes, tengamos el peor de los resultados esperables para este tipo de iniciativas.

Más preocupante aún resulta el problema de transparencia detectado, tanto durante el proceso de operación del Centro como para la comunicación de su cierre. A nivel global el desarrollo de una cultura de transparencia y accountability (rendición de cuentas a la sociedad) en la comunidad científica es uno de los principales desafíos que instituciones de ciencia e investigadores enfrentan. En esta materia, casos muy dramáticos se han vivido en líneas de investigación como cambio climático o avances en investigación de células madre. A nivel nacional, en tanto, un tema emergente es el un aumento de la vigilancia de la ciudadanía acerca del uso de fondos públicos (siempre escasos) en la promoción de líneas de investigación con impacto en el desarrollo nacional. Estos son temas que he transmitido a mis alumnos de periodismo y comunicación de la ciencia, en las oportunidades que he tenido el privilegio de hacer clases.

Así, nos encontramos en un contexto donde el cierre del CIN enfrenta a nuestra Región y a CONICYT con el desafío de extremar las precauciones para fortalecer una cultura de transparencia en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Chile, y no lo contrario.

Hay una serie de preguntas que, a partir de mi experiencia como trabajador de la ciencia nacional y regional, me gustaría dejar planteadas; las que, si alguno de ustedes desea profundizar, atenderé encantado.

– ¿En qué pie queda la política de desarrollo científico para la Región de Los Ríos? Es necesario un pronunciamiento político respecto de este tema, pues en él se juega la imagen de esta zona, que repetidamente se jacta de su capacidad científica y de la importancia que esta línea de trabajo tiene para el desarrollo regional.

– ¿Cómo operaron, o no, los procesos de revisión de cuentas a nivel regional y nacional? A partir de mi experiencia profesional, les puedo asegurar que cualquier fondo del sistema de CyT chileno es riguroso en lo referido a uso de financiamiento público. También sé que si un proyecto NO cumple con los objetivos planteados debe devolver el dinero. Esto es algo que cualquiera que postula a este tipo de financiamiento sabe al momento de postular (porque está en las bases) y al momento de firrmar los contratos. También, al final de cada año, cuando se deben enviar informes técnicos y financieros, los que, de nos ser aprobados, comprometen la continuidad de la propuesta.

– ¿Se deben devolver los recursos utilizados? Cualquier investigador o asistente de investigación sabe que si uno no gasta el dinero que pide, o no cumple con lo prometido, debe devolver el dinero. En mi experiencia personal he tenido que devolver hasta montos de 300 pesos, al no tener los documentos para respaldarlos. Desde ese punto de vista soy sincero en plantear que los montos involucrados en este incumplimiento deben ser devueltos, si, como dice la resolución de CONICYT (adjunta), “los objetivos fundamentales no se han cumplido y el centro no hizo ningún aporte al desarrollo de la ciencia en la Región de los Ríos”. Se ha mencionado la necesidad de respaldar y fortalecer el desarrollo del CECS como una razón para no solicitar la devolución de los dineros. Yo creo que este tipo de criterios debe ser motivo de una consulta amplia a todos los sectores interesados en los mismos fondos, de manera de dotar a una decisión tan delicada como esta de legitimidad social.

– ¿En qué terminará este proceso de revisión? ¿La institución albergante tendrá derecho a postular a nuevos fondos regionales o de CONICYT?

Publicado originalmente aquí.

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