Podría haber sido un jueves cualquiera en un bar de Santiago con cerveza y humo de cigarro. ¿Qué hizo la diferencia? Pues Ciencia y, más encima, entretenida. Testigos de esto fueron más de un centenar de personas, quienes presenciaron la primera batalla científica donde los participantes sólo contaban con 10 minutos para ganar o aburrir. Por Evelyn Nahuelhual.
¿Es posible que un científico se inspire en Coco Legrand? Pues sí, y esa fue la fórmula que hizo ganador a Camilo Avendaño en el primer ScienceSlam realizado el pasado 17 de diciembre en un bar del conocido barrio Brasil en Santiago.
Frases como: “lo que significa en realidad tu hipótesis es… (ojalá sea así)”, “tienes que hacerles creer a tus evaluadores que tu investigación es la raja” , entre otras expresiones, hicieron que el público se rindiera a los pies de este humorista de la ciencia. En la ocasión este ingeniero en Biotecnología recordó las experiencias comunes de todo aquel que ha debido enfrentarse a la ruda tarea de terminar la Tesis de Pregrado.
El segundo lugar fue obtenido por el video clip que podría “reventarla” este verano: “Ven a Electroseparar” que contaba con el estilo bailable de JLo y su “On the Floor”. Realizado por Alejandro Muñoz, hizo tararear con su ritmo pegajoso a varios asistentes. Este “hit” fue registrado audiovisualmente en el laboratorio de Bioquímica Vegetal y Fitorremedación de la USACH.
Modelo importado
ScienceSlam o “batalla científica”, consiste en un formato donde la regla de oro es “divertir con contenido científico”. Todos los formatos están permitido, menos, la clásica fórmula de la charla expositiva.
El o la participante sólo cuentan con 10 minutos para entretener y dar a conocer temáticas científicas. La diversión es premiada con el voto del público quienes tienen la labor de decidir quienes son los ganadores.
En esta primera versión chilena fueron 5 los participantes que se atrevieron. Con coraje, lograron ponerse frente a compañeros y desconocidos ávidos de risas. Pese a qué no hubo grandes sorpresas en los formatos de las presentaciones (más allá de los monólogos, videos y mucho uso de Power Point) los participantes fueron capaces de mantener la atención del público y arrancar más de alguna carcajada.
El antecedente internacional de los ScienceSlam son los Poetry Slams, una competencia de poemas y poetas, aún vigente. “Esto llega a Darmstadt, una ciudad Alemana con algo de historia científica, donde en el año 2006 se realizó el primer ScienceSlam” cuenta uno de los organizadores de la versión chilena, Héctor Duchens, Bioquímico e investigador en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Él junto a Sergio Diez de Medina y un par de personas más, conformaron el equipo organizador del ScienceSlam Chile.
La motivación por realizar esta actividad de divulgación viene desde una experiencia muy personal. “Yo participe en Helsinki-Finlandia en el 2° ScienceSlam de allá. Quise competir, pero por cosas del destino no se me dio la oportunidad; sin embargo, mi entusiasmo me permitió conocer al organizador del evento (Christian Rauch) y plantearle mi interés de traerme el evento a Chile. Posteriormente, obtuve el apoyo Alemán y un par de meses después pudimos materializar el evento” dijo Duchens.
La actividad contó con el auspicio de la empresa Biosforza especialista en insumos de laboratorio. La productora “Las Minas” aprovechó la instancia para difundir su proyecto Vida ConCiencia y proporcionó DVDs de la serie para regalarlos entre los asistentes y competidores.
Mientras que por su parte, en la difusión del evento colaboraron el Movimiento Ciudadano “Más Ciencia para Chile”, la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP) y Red Ciencia.
Jugados por la Divulgación
El ScienceSlam, es una actividad que va a las raíces de la divulgación: abordar la ciencia o una investigación en particular y comunicarla adecuando el lenguaje, evitando tecnicismos y de manera entretenida hacia un público no especializado.
“Creo que la ciencia necesita ser entendida por la comunidad, tomando en cuenta que cada vez está tomando un rol más protagónico en la industria. Especialmente para desmitificar conceptos que pueden estar errados en la comunidad. Es por esto que instancias como el ScienceSlam son opciones reales que aportan en este sentido” dijo el ganador del primer lugar del ScienceSlam Chile.
Por su parte podemos ver mucho más allá en las historias de los concursantes. Por ejemplo, Crystian Sánchez, estudiante de Doctorado en Psicología en la USACH y ganador del tercer lugar es un apasionado de la divulgación de la ciencia. Además de esta experiencia en el ScienceSlam, lleva a cabo diversos proyectos, tales como www.macrocosmo.cl y el programa radial “La verdad de la Milanesa” transmitida por Radio Bío-Bío cada martes.
“Decidí participar, pues se necesita con urgencia que la ciencia llega a la sociedad de forma amena, didáctica y entretenida. El analfabetismo científico de la sociedad se debe en gran parte a la falta de divulgadores de la talla de Carl Sagan. Muchos de estos temas son realmente interesantes. Carecemos de divulgadores apasionados y rebeldes que se dedique a difundir la ciencia como una forma de pensar y descubrir el mundo, además de no tener cobertura mediática en los medios para hacer esto” dice Sánchez.
“El ScienceSlam Chile toca uno de los pilares de nuestra campaña, la difusión de la ciencia en Chile. La ciencia es algo con lo que lidiamos en el día a día y que hay que quitarle ese manto de algo inalcanzable y críptico. Además el estereotipo del científico es el de una persona seria, que vive encerrado en su laboratorio y que investiga cosas que a nadie le servirán. Eventos como este ayudan a desmitificar esta visión de la ciencia, mostrando que los científicos son personas que pueden contarnos de manera amena y entretenida que es lo que hacen y, además, fuera del laboratorio” cuenta Ricardo Nilo, parte del equipo ejecutivo del Movimiento ciudadano Más ciencia para Chile.
El evento, para asistentes, concursantes y sus organizadores fue un éxito, más allá de lo planeado. “Fue más de lo que se esperaba. Teníamos bajas expectativas y temor a no encontrar suficientes competidores. La comunidad científica chilena es bastante seria y no se caracteriza por reunirse masivamente, por lo que la asistencia de las 110 personas fue genial, aunque escuchar sus carcajadas fue mucho mejor” concluye uno de los organizadores del evento.
La guerra no ha terminado. Se planea realizar más batallas científicas a partir de marzo del 2012, tanto en Santiago como en Regiones. Sus impulsores esperan poder contar con mayor cantidad de presentaciones y que los formatos sean más osados que los de la primera versión.
Si hay una cosa clara, es que ya hay un público cautivo esperando por el próximo enfrentamiento.
Más información del evento en http://ScienceSlamchile.org
Los participantes fueron:
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