La imagen adjunta de La Niña, publicada el 8 de febrero en “La Tercera”, ilustra la interacción de los factores oceánicos y atmosféricos del fenómeno que involucra muy diversas repercusiones en el hemisferio sur. Por ejemplo, la sequía que afecta varias regiones de Chile central tiene un aporte productivo en la corriente de Humboldt.

Fuente: Diario La Tercera

El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, CIIFEN, confirmó en su boletín de enero que “se mantienen temperaturas del mar bajo el promedio, asociadas a La Niña, mientras la fuerza de los vientos provoca el ascenso de aguas profundas, frías y ricas y nutrientes.” En consecuencia, el color azul de la iconografía también indica la productividad biológica en la franja costera de Perú y Chile, donde se realiza pesca industrial.

El Niño es más peligroso

El nombre climático se originó antiguamente en los pescadores peruanos, quienes denominaron “corriente del Niño” a las aguas cálidas con peces tropicales que llegaban al inicio del verano, en coincidencia con la Natividad del Niño Jesús.

Sin embargo, los estudios científicos del evento solo comenzaron alrededor de 1960, a raíz de los desastres materiales y las víctimas humanas en Ecuador y Perú, los países más afectados por lluvias inusitadas y aludes terrestres. La corriente cálida fue entonces asociada a la alteración climática que implica el debilitamiento de la presión atmosférica del Pacífico Sur Oriental que sucede con intervalos entre 4 a 7 años. A su vez, La Niña representa el cambio contrario, tipificado por el enfriamiento oceánico.

En Chile los episodios de El Niño han provocado crisis de la actividad pesquera, debido a la dispersión de los cardúmenes, y daños importantes en ciudades y obras públicas anegadas por fuertes temporales. Por ejemplo, los desbordes del Mapocho en Santiago y de varios ríos sureños en la década de 1980. En contraste, las mayores sequías de La Niña en 1964, 1988, 1998 y en el presente año han perjudicado a la agricultura y la matriz hidroeléctrica.

Pronóstico difícil

¿Niña o Niño? El registro histórico ha comprobado la alternancia. No son mellizos ni pareja. El problema radica en anticipar la fecha del respectivo nacimiento y la duración o la intensidad que tendrá cada uno de ellos….

Las dimensiones del océano Pacífico y de la atmósfera superior señalan la magnitud del problema que aborda la investigación de este fenómeno climático. En Chile,  el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada y la Dirección Meteorológica colaboran en la red internacional de información. Además, en el ámbito real donde actualmente se manifiesta La Niña, cabe destacar la labor del buque “Abate Molina”, a cargo del Instituto de Fomento Pesquero, en el crucero de prospección frente al litoral nortino durante el presente mes de febrero. Mientras se termina la construcción del nuevo buque oceanográfico,  el “Abate Molina” es el único laboratorio flotante de Chile para cumplir estudios científicos en una extensa zona marítima.

Si quieres conocer el Boletín del CIIFEN, puedes verlo aquí.

 

Fuente: Eduardo Reyes Frías, Periodista Científico y miembro de Achipec.